Blanca 618390513

[Abertcu]

Nombre "artístico": Blanca
Nacionalidad: Rusa
Edad aproximada: 30
Fotos falsas o retocadas: Algo retocadas, pero reconoce en persona.
Descripción de Cara: Rubita de cara dulce, sonrisa de anuncio de vodka barato.
Descripción de Cuerpo: 1,65m aprox., delgada pero con curvas decentes. Buenas tetas naturales y un culo que pide guerra.
Descripción de Carácter: De entrada correcta y modosita, pero se suelta rápido si pagas y mandas.
Fumadora: No detectado.
CONTACTO
Teléfono: 618390513
Web/Anuncio: https://www.destacamos.com/922272-chica ... tails.html
Dirección: Nervión, Sevilla
LUGAR DE ENCUENTRO
Aire Acondicionado/Calefacción: Sí
Discreción del lugar: Muy buena, apartamento tranquilo.
Valoración de las instalaciones: Correctas, sin lujos pero limpias.
SERVICIO
Fecha aproximada de la experiencia: hace un tiempo
Tarifa contratada: 150€ griego incluido
Duración real del servicio: Una hora completa
Besos: Sí, con lengua y actitud
Mamada (con/sin protección): Empezó con sin, terminó en facial glorioso
Cunnilingus: No solicitado
Griego: Sí, pagado y disfrutado
Valoración de la experiencia (0 a 10): 9
¿Repetirías?: Sí, sin dudar
Relato del encuentro:

Llamé a Blanca como quien encarga una copa de coñac bueno. Llegué a Nervión, barrio de señoritos, mi hábitat natural. Abre la puerta y me recibe con una sonrisa que ya prometía mamadas de las que te dejan el alma doblada.
Saludito educado, dos frases de cortesía, y en diez minutos ya estaba con la chorra fuera, porque un hombre de verdad no pierde tiempo en mariconadas. Me bajó los pantalones y se puso a mamar como si la vida le fuera en ello, sin manos, a golpetazo limpio en la garganta. Ya empecé a sudar.
Le pedí griego, pagué el extra sin pestañear como caballero andaluz que se respeta. Se subió al sofá, sacó ese culo blanco y firme, y cuando la empujé... madre mía. Gritó como una perra en celo pidiendo más y más. Yo, magnánimo, le concedí el honor.
La cosa se puso tan sucia que en pleno vaivén, la rusa empezó a mearse de placer. Literal. Un chorro calentito escurriendo por sus muslos hasta empaparme los pies. Podría haberme cabreado como un mindundi... pero, coño, me puso como una jodida bestia.
Le agarré el pelo, la embestí a fondo, y ella chillaba que no parara, que le diera duro. Le llené el culo de gloria mientras mis zapatos olían a orín y vicio.
Me corrí dentro del condón, pero ella, insaciable, me chupó hasta sacar la última gota de orgullo de mi polla. Terminamos riendo, sudados, con las piernas temblando.