Amalia 676689246 Laura's Agency

[Zapp Brannigan]

Nombre "artístico": Amalia
Nacionalidad: Española
Edad aproximada: 40 bien llevados, con curvas de experiencia y sonrisa de trinchera.
Fotos falsas o retocadas?: No. La realidad es más cálida que el anuncio.
Descripción de Cara: Morena, ojos verdes, mirada de las que te leen la moral y el deseo a la vez.
Descripción de Cuerpo: Cuerpo de mujer hecha, sin filtros ni bisturí: tetas naturales, culo potente y piel con textura de sábana usada muchas veces.
Descripción de Carácter: Cercana, calmada, con ese aire de “sé perfectamente lo que estás pensando”.
Fumadora: No lo noté. Olía a crema hidratante y sábado libre.

CONTACTO
Teléfono: 676689246 Laura's Agency
Web/Anuncio: (no recuerdo el link, la encontré entre los perfiles de agencia local)
Dirección: Zona Nervión, Sevilla.
Horario: Solo sábados, y se nota: se toma su tiempo como quien descorcha un buen vino.

LUGAR DE ENCUENTRO
Ambientación/decoración: Piso cálido, con luz tenue y música suave. Velas (de verdad).
Aire Acondicionado/Calefacción: Sí. Todo en su punto.
Valoración de las instalaciones: 9/10. Limpio, acogedor, sin pretensiones.

SERVICIO
Fecha aproximada de la experiencia: Septiembre 2025
Tarifa contratada: 120 €
Duración real del servicio: 1 hora y poco más.
Besos: Sí, con lengua, maduros, sabrosos, de los que enseñan oficio.
Mamada (con/sin protección): Sin. Lenta, técnica, como quien afila un sable con la lengua.
Cunnilingus: Sí, y con buena reacción.
Griego: No pregunté. No hacía falta.
Valoración de la experiencia (0 a 10): 8,5
¿Repetirías?: Sí. Especialmente un sábado, cuando el cuerpo pide calma y piel de verdad.

Relato del encuentro:
Amalia no vende juventud: vende temple. Te recibe en bata de satén, descalza, con una sonrisa que parece un aviso de “aquí mandan los años bien usados”.
Conversación ligera, humor cómplice, y una manera de mirar que desarma. No hay prisa. Te sirve agua, te toca el brazo al hablar… y ahí ya estás perdido.

El primer beso llega con naturalidad, y la cosa sube en espiral. Desnudarla es un acto de fe en el cuerpo femenino adulto: sin poses, sin filtro, sin artificio. Las tetas caen con la gravedad justa, el culo invita al agarre, y la piel tiene ese calor que no se finge.
Su mamada es de manual de veterana: empieza suave, juega con la lengua y alterna ritmo con pausa. Mirada fija, sin teatralidad, solo deseo dosificado.

Cuando me toca a mí tomar el mando, se deja llevar con una entrega pausada, de las que duran. En la cama se mueve como quien baila un bolero lento: sin saltos, sin exagerar, con presencia. Cambiamos de postura, ríe, suspira, se adapta. No hay competición, hay complicidad.

El final fue un polvo de los que no buscan récords, pero dejan marca. Terminé con la sensación de haber estado con una mujer, no con una actriz cansada ni con una niña de Instagram.
Ducha compartida, risas, y despedida con beso lento, de esos que cierran la puerta pero abren ganas de repetir.

Valoración final:
Lo mejor: la calma, la experiencia y la autenticidad.
Lo peor: que solo trabaje los sábados, coño.
Conclusión:
Amalia es el recordatorio de que el morbo no siempre va de cuerpos perfectos, sino de piel que sabe.
Si te gusta el sexo con alma, no la dejes escapar un fin de semana.