Nombre artístico: Clara
Nacionalidad: Dice ser turca, aunque sus rasgos delatan un posible origen árabe.
Edad: Ronda los 40, pero los lleva con elegancia.
Fotos: Auténticas, sacadas directamente del salón donde trabaja. No hay engaño.
Un cuerpo que no pasa desapercibido
Clara es bajita, pero lo compensa con una curvatura que llama la atención. Sus tetas, operadas pero bien hechas, son un imán para la mirada. Viste con ropa de masajista profesional—pantalón holgado y blusa blanca—, pero no hace falta mucha imaginación para adivinar lo que esconde. Su rostro, de facciones marcadas y piel morena, transmite calidez.
El lugar: discreción y comodidad
El local está en la calle Juan de Austria, en pleno centro de Málaga. Aparcar es una odisea, así que mejor ir con tiempo. El sitio, aunque con cartel de "masajes y fisioterapia", está claramente preparado para otro tipo de terapia. Las instalaciones son limpias, con aire acondicionado y una atmósfera que invita al relax.
La experiencia:
Quedé con Clara un día de diciembre, a media mañana. Llegué puntual, pero ella me hizo esperar unos 15 minutos—cosas del oficio. Cuando abrió la puerta, su sonrisa fue lo primero que vi. Tras un saludo rápido, me ofreció la ducha, pero como ya iba fresco de casa, pasamos directamente al tema.
Clara sabe lo que hace. Sus manos, fuertes y expertas, trabajaron mi espalda y piernas durante casi una hora. No fue uno de esos masajes flojos que solo sirven de excusa; este era de verdad, con presión justa y movimientos que destensaban cada músculo. Usó aceite, pero sin empalagar—solo lo necesario.
Cuando me pidió que me diera la vuelta, el ambiente cambió. Se desprendió de la ropa, dejando solo un tanga negro que contrastaba con su piel morena. Sus tetas, firmes y redondas, eran imposibles de ignorar. Me permitió tocarlas, aunque con cierta timidez—nada de manoseo bruto.
La terminación fue profesional: una cubana suave seguida de una mamada con condón. Nada de besos ni extras, pero suficiente para dejar las cosas claras. Después, una ducha rápida y una despedida amable.
Le pongo un 8/10. Clara no es una escort al uso, pero si buscas un masaje erótico con final satisfactorio y trato cercano, es una gran opción. Eso sí, no esperes sexo completo ni fantasías salvajes. Es lo que es: un buen masaje con un plus.
¿Repetiría? Sí, pero solo si vuelvo a Málaga con tiempo y ganas de algo tranquilo.
CLARA 613215091
Matón de Burdel: Rhodium
¿Quién come coños?
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Forjado entre condones rotos y palabras libres.
Aquí no enlazamos diseñadores. Aquí escupimos verdad.