El Culto del Coño
No es un hilo. No es una coña interna. Es un grupo de puteros y putas reales que se juntan para follar.
Orgías. Cerradas. Reales. Sin cámaras. Sin testigos. Sin nombre. Sin permiso. Se entra sólo de una forma: follando con ellos.
No se puede pedir acceso. No se puede preguntar quién está dentro. No hay lista de espera. Hay una sola regla:
“No preguntes”
Ritual de Ingreso
- Te citan
- No hay móviles. No hay fotos. No hay vuelta atrás.
- Te abren la puerta. Si dudas, te la cierran en la cara.
- Si entras, follas. Con todos. Como uno más. Sin nombre. Sin apodos. Sin máscaras
La ceremonia no se graba. Se vive. Se escribe en fluidos. Y después nadie habla de ella, salvo entre iniciados.
No hay jerarquía. Sólo reglas sagradas:
- Todo es libre y consensuado. Pero si vienes a ver, no entras.
- Si rompes el círculo, no vuelves. Si lo completas, te buscan ellos.
- Todo lo que pasa, queda. En la piel, en la cabeza o en la voz.
“Aquí no se viene a jugar a putero. Aquí se viene a follar como si se acabara el mundo.”
El Culto del Coño
Sangre de los follados, saliva de los despiertos
Sangre de los follados, saliva de los despiertos
Forjado entre condones rotos y palabras libres.
Aquí no enlazamos diseñadores. Aquí escupimos verdad.